La sonda Lambda, también llamada sensor de oxígeno, es un elemento fundamental en el sistema que regula las emisiones de los vehículos. Su función es identificar cuánta cantidad de oxígeno hay en los gases de escape tras la combustión.
Esta información es esencial para la ECU (Unidad de Control del Motor) del automóvil, porque le facilita modificar la mezcla de aire y combustible.
Cuando la sonda identifica una cantidad de oxígeno excesiva, señala que la mezcla es pobre y la ECU inyecta más combustible. Si la cantidad de oxígeno es escasa, la mezcla es rica y la ECU inyectará combustible en menor cantidad.
Este procedimiento garantiza una combustión eficaz, mejora el desempeño del motor, disminuye la cantidad de combustible que se consume y colabora con la reducción de gases contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOx) y el monóxido de carbono (CO), lo cual ayuda al automóvil a ajustarse a las regulaciones medioambientales.
Para que el vehículo funcione de manera eficaz, es esencial que la sonsa lambda opere correctamente.
Falla sonda lambda síntomas
El motor emite un ruido diferente
Si el motor tiene un sonido áspero y su desempeño es irregular, podría señalar que hay un problema con la sonda lambda. Esto puede ser resultado de una mezcla de oxígeno/combustible con una riqueza o pobreza excesivas, lo cual disminuye la eficacia del motor.
Un sensor que no funciona bien tiene un impacto sobre los periodos de combustión, la sincronización del motor y la relación entre el aire y el combustible. Una mezcla con escaso oxígeno genera una combustión incompleta, la cual emite hollín y dióxido de carbono.
Por otra parte, una mezcla con exceso de oxígeno dificulta la combustión ideal, lo que provoca una emisión elevada de óxidos de nitrógeno y el riesgo de que el motor se detenga por falta de gasolina.
Se enciende la luz «Check Engine» del vehículo
Si el sensor de oxígeno presenta fallos, esta luz naranja brillante puede encenderse y señala cuando es necesario revisar el motor. No obstante, es relevante tener en cuenta que esta luz puede representar varias cosas y está vinculada a errores en otros elementos del motor.
Fallo en la prueba de emisión
Un error en el sensor de oxígeno puede resultar en que la prueba de emisiones no se apruebe. Posponer el reemplazo de este sensor puede incrementar considerablemente el gasto de la reparación. Un sensor de oxígeno defectuoso puede provocar un mal olor, parecido al del huevo en descomposición, y la exposición a monóxido de carbono.
El combustible no es tan eficiente como debería
Cuando la relación entre el oxígeno y el combustible es muy rica o pobre, se reduce la eficacia del motor y esto se traduce en un consumo de combustible superior al habitual. Una falla en la Sonda Lambda podría estar indicada por este síntoma.
Titubeos o movimientos inusuales
El conductor puede notar que el vehículo titubea al presionar el acelerador o cuando intenta moverse desde un alto, como en un semáforo en rojo.
La potencia del motor disminuye de forma excesiva
Si la Sonda Lambda no funciona correctamente, puede transmitir una señal equivocada que indique que la mezcla de aire y combustible es excesivamente rica. Si esto ocurre, el vehículo rectificará equivocadamente la señal, lo que provocará una disminución de la cantidad de combustible y un funcionamiento defectuoso de las bujías.
¿Cuánto tiempo dura la sonda lambda?
Una sonda lambda tiene normalmente una vida útil de aproximadamente 150.000 kilómetros. Sin embargo, esta duración puede reducirse por motivos como anomalías del motor o fugas en el escape. Se aconseja visitar un taller mecánico para ser revisado si se presenta cualquiera de estos síntomas.
Respecto a la modificación de la señal de la Sonda Lambda, no es recomendable porque podría ser dañino tanto para el control de emisiones como para el mismo vehículo.
Cuando el motor trabaja con una carga reducida (sosteniendo la marcha), opera dentro de un «circuito cerrado», en el que la Unidad de Control del Motor (ECU) regula el combustible y aguarda la reacción de la sonda. Por otro lado, cuando la carga del motor es alta, la ECU no toma en cuenta lo que lee la sonda lambda y aumenta la mezcla para proteger el motor; este proceso se denomina «circuito abierto». La ECU también regula, de acuerdo con el tipo de inyector, la sincronización del encendido.
Consecuencias de no cambiar a tiempo una sonda Lambda dañada
- Un consumo de combustible más elevado.
- Disminución del rendimiento del motor.
- Incremento en la emisión de gases contaminantes.
- Posibles daños al convertidor catalítico como resultado de una mezcla inadecuada de combustible.
- Si la mezcla de aire y combustible está desbalanceada, puede elevarse la temperatura de operación del motor.