La evolución del cuadro de instrumentos

La evolución del cuadro de instrumentos de los vehículos ha sufrido una constante evolución a lo largo del tiempo desde su aparición en el año 1902 con la patente del velocímetro de corrientes por Otto Schultze.

No es hasta el año 1910 cuando el cuadro de instrumentos comienza a ser un componente habitual en los coches, lo cual fue propulsado principalmente por la fabricación en serie de Henry Ford, quien los incorporó a su coche, lo que hizo que el precio del cuadro bajase y fuese más asequible.

En estos años, el panel de instrumentos consistía básicamente en un tablero donde se indicaba la velocidad y el combustible en un principio, y ya en los años 30 comenzaron a incorporarse nuevos controles para algunas opciones del coche como el cuentavueltas.

En estos tiempos el diseño del cuadro de instrumentos y del salpicadero en general era algo que no tenía la menor importancia. Sin embargo, a partir de los años 40 comienza a tener un gran peso la estética interior del vehículo y se comienzan a utilizar diversos materiales para mejorar el estilo del salpicadero de los coches.

Durante los años 50 y hasta los 90 se produjeron diferentes cambios en el cuadro de instrumentos, dándole paso a convertirse en un elemento primordial de un vehículo, desde el cual se controla una información muy completa de los diferentes componentes del coche: combustible, luces, pantallas de navegación, velocidad, temperatura del motor, etc.

Uno de los grandes cambios sufridos en el cuadro de instrumentos es el paso de las bombillas convencionales a los leds, que proporcionan al vehículo una duración de éstas incluso superior al de la vida útil de coche.

Hoy en día, y gracias al continuo avance de la tecnología, la evolución del cuadro de instrumentos no cesa y es el eje central en el que la mayoría de los conductores se confían para detectar cualquier tipo de avería del vehículo. De hecho, la asistencia a la conducción que proporciona actualmente el cuadro de control es uno de los avances más destacados y en los que se continúa trabajando con la finalidad de facilitar la conducción a través del análisis de los datos recogidos a través de los múltiples componentes que componen el cuadro de instrumentos.

Esta tecnología avanzada ya permite a la mayoría de los vehículos nuevos una asistencia de aparcamiento milimetrada e incluso ¡hay modelos de coches que te aparcan solos!

Esta evolución continuará y pronto podremos conocer nuevos avances tecnológicos incorporados a nuestros vehículo. Muestra de ello es la alianza que desde hace ya algún tiempo existe entre fabricantes de vehículos y empresas de tecnología.