Ya sea por el uso rutinario o por malos hábitos en la conducción, en ocasiones, nuestro vehículo se ve expuesto a errores en algunos de los componentes electrónicos.
Una irregular climatización, luces que se funden repetidamente, problemas con los elevalunas o con el cierre son síntomas de que algo falla con la electrónica del coche.
Como regla general, mantener revisiones periódicas que nos garanticen una batería bien cargada y un sistema eléctrico saneado es clave. Pero además, en este artículo repasamos algunos sencillos consejos sobre cómo proteger la electrónica del coche sin grandes esfuerzos.
- Utilizar fusibles fuera de rango puede dar lugar a una sobrecarga que ponga en jaque a los componentes electrónicos del vehículo. Cuando sintamos olores extraños deberemos estar alerta ya que pueden estar detrás de fallos como cables quemados, un sobrecalentamiento o un mal contacto en la parte electrónica del coche.
- Si tenemos previsto no usar nuestro vehículo durante una larga temporada o si se van a realizar labores de soldadura en la carrocería es recomendable desconectar la batería para alargar su vida. No obstante, nunca se deberá conectar o desconectar cuando la llave se encuentre en la posición de ignición.
- Cuando observemos humedad en las alfombrillas o el interior del vehículo lo mejor será ponerse en contacto con un taller profesional y revisar inmediatamente por si pudiera filtrar y deteriorar la electrónica del coche. Del mismo modo, si hubiese condensación en los faros será aconsejable desmontar y limpiar para evitar que se fundan antes de tiempo.
- Si hemos pensado en lavar el motor de nuestro coche –tanto en lavado normal como en seco-, previamente necesitaremos proteger algunas zonas con plásticos como la batería y los componentes electrónicos (distribuidor, módulo de ignición, bujías). En caso contrario, esta decisión podría acarrear graves averías o, directamente, que el vehículo no arranque.