Tipos de luces para coche

Hoy te explicamos los 3 tipos de luces para el coche más populares del mercado. El objetivo es que conozcas, no sólo el funcionamiento, sino el rendimiento que tienen cada una. Debes saber, eso sí, que las cualidades de cada tipo de luz varían conforme el tiempo. No sólo la luz va perdiendo intensidad, sino que se debe pasar un mantenimiento mínimo al faro. Este mantenimiento consiste en pulir el faro.

Luces halógenas

Actualmente las luces halógenas son las más utilizadas por los fabricantes en los coches que salen al mercado. Destacan por ofrecer una luz especialmente homogénea. Esto se debe, principalmente, a que funcionan gracias a un gas halógeno, normalmente yodo, además del filamento.

Depende del fabricante, pero las luces halógenas pueden ofrecerte entre 2.000 y 4.000 horas de uso de la bombilla. La temperatura de color de este tipo de luz puede variar. Esto ocurre, no sólo con las luces halógenas sino con todas las luces incandescentes que funcionan con la quema de un filamento. Sin embargo, podemos concretar que la luz es algo más anaranjada, por lo normal.

Luces de Xenón

La luz de xenón es un invento que ha llegado a nuestros hogares gracias a la aceptación del uso del plasma en uso doméstico. Y sí, el plasma no es sólo el televisor de alta calidad. La bombilla de xenón además de este elemento está formada de plasma de vapor de mercurio a alta presión. En la bombilla, el xenón sólo forma parte del encendido. Es esto lo que produce la luz, en lugar del filamento.

La temperatura de color de las luces de xenón es bastante azulada, dependiendo del tipo de mezcla lo será más o menos.

La luz de Xenón ofrece un genial rendimiento, logra un mayor contraste que las luces halógenas y una intensidad muy alta. Por si fueran pocas las ventajas, gastan menos energía que las luces halógenas.

La parte negativa es que no sólo son más caras sino que además necesitan una instalación profesional debido al peligro que conlleva su manipulación.

Luces de led

Las luces de led están formadas por muchos y pequeños puntos de luz. Debido a esto, consiguen una luz más uniforme y que es menos molesta. Consumen muy poca energía y además duran mucho más que las de xenón y las halógenas (con una vida útil entre sí) ya que pueden durar alrededor de las 100.000 horas, lo que casi conlleva que no nos tengamos que preocupar por cambiarlas en ningún momento.

Son el sistema de luz más moderno que existe ahora en el mercado.