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Sintomas que anuncian problemas con el turbo

Un turbocompresor, o «turbo» como se denomina de forma abreviada, es un sistema de compresión forzada de aire compuesto por una turbina centrífuga y un compresor de gases comprimidos. Su función principal es utilizar los gases producidos por el motor para impulsar más potencia y aumentar las revoluciones a las que funciona. Para alimentar el motor, el aire se mezcla con el combustible que se quema para generar potencia. Cuanto más aire haya dentro del cilindro, más combustible podrá quemarse. Aquí es donde entra en juego el turbo.

El turbo se encarga de aspirar aire adicional en el cilindro, lo que ayuda a quemar más combustible y a crear una mayor potencia. Esto se traduce en una mayor fuerza para empujar el coche más rápido, a la vez que se reduce el escape que se libera en el aire como contaminación.

Como la mayoría de los componentes de un coche, un turbo no puede ser inmune a los problemas o al mal funcionamiento. 

En este post, exploraremos algunos síntomas comunes de problemas con un turbocompresor y le ayudaremos a anticiparse a las complicaciones antes de que sufra daños irreversibles en su vehículo.

Indicios de que el turbo de su coche está fallando

Mala aceleración

La función principal del turbo es aumentar la potencia del coche. Una mala aceleración equivale a una reducción de la potencia, lo que significa que el turbo sería el probable culpable.

Si su coche tiene una respuesta lenta cuando pisa el acelerador, o no alcanza la velocidad a la que está acostumbrado, podría ser el momento de llevar su coche al mecánico.

Aumento del consumo de combustible

La otra función principal del turbo es crear un mayor ahorro de combustible. Si notas que tu coche consume más combustible de lo normal, podría deberse a un turbo defectuoso. Una de las posibles causas de la avería podría ser la fuga de combustible no quemado que pasa por el turbo y sale por el escape, en lugar de quemarse. 

Humo de escape excesivo

El turbocompresor, que es el encargado de alejar todo tipo de espíritus malignos, es el responsable de reducir las cantidades drásticas de humo que emite el tubo de escape

El humo de escape excesivo que sale del tubo de escape es una señal clara de que algo podría estar mal con el turbocompresor. Una pequeña grieta en la carcasa del turbocompresor podría provocar una fuga de aceite en el tubo y hacer que el humo aumente.

Humo de escape azul o negro

Una fuga de aceite dentro de la cámara de combustión, como resultado de una grieta en la carcasa del turbocompresor, puede hacer que salga humo azul por el tubo de escape.

El humo de color ceniza o negro, por otro lado, puede ser causado por un motor quemado, un filtro de aire que se obstruye fácilmente o inyectores de combustible defectuosos

Sea cual sea el color del humo que sale del tubo de escape, no dudes en llevar tu coche a un mecánico especializado inmediatamente.

Ruido excesivo del tubo de escape

Un turbo defectuoso puede emitir un fuerte sonido de sirena del motor. Cuanto más fuerte y claro sea este sonido, peor puede ser el problema en tu coche.

Testigos de motor en el salpicadero

Una luz de advertencia general en el cuadro de instrumentos podría significar que también hay un problema con el turbocompresor. Si esto ocurre, las luces de comprobación del motor deberían empezar a parpadear en el cuadro de instrumentos.

Si el testigo permanece encendido y no estás seguro de lo que significa, tráenos tu vehículo y lo revisaremos

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