La industria del automóvil, con la llegada de las nuevas tecnologías, vive tiempos de gran incertidumbre. Atentos siempre a una posible revolución tecnológica el estado actual de la industria es distinto a lo que podemos pensar.
El paso al coche eléctrico
Parece que cuando hablamos de coches eléctricos estamos hablando de pura actualidad. Realmente el coche eléctrico cuando realmente se propuso hace muchos años. Ha sido en esta época en la que ha pasado, junto con el híbrido, ha estar en boca de todos. Hablamos de una tendencia, ¿pero realmente se convertirá en nuestro futuro?
La verdad es que la industria del automóvil está apostando por las pocas certezas que conoce. Una de ellas es que el motor de combustión interna va a seguir siendo utilizado. Ya sea como motor auxiliar que sirva de apoyo al motor eléctrico (híbridos) o en los propios coches de combustión interna.
La industria del automóvil está trabajando en mejorar la eficiencia del motor de combustión interna. Teniendo en cuenta el futuro del smartcar y el coche eléctrico, la realidad es que la inmensa mayoría de los coches en el futuro seguirán teniendo motor de combustión interna y esto hace trabajar a la industria para mejorar su eficiencia.
Respeto al medioambiente
Multitud de organizaciones internacionales emiten cada cierto tiempo estrictas normas que las empresas fabricantes deben cumplir con respecto a la emisión de agentes contaminantes. De avecinarse grandes cambios en la industria lo harían sólo por la vía de lo legal. Prohibir o limitar la fabricación un tipo de coches o premiar de forma exagerada la producción de otros es lo único que hoy por hoy podría hacer a la industria pegar un «volantazo» que a día de hoy no necesita.
Los valores éticos y morales, sin embargo, poco a poco se van instaurando en las empresas fabricantes. Muchas de las empresas abanderan el concepto de respeto al medio ambiente en su marca y de eso, al menos, podemos estar contentos. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce dentro de este concepto.
Una cabeza de turco
Desde hace unos años, a base precisamente de restricciones regulativas y datos poco precisos hemos vivido una demonización del diésel. Ante el problema de la contaminación en la industria automovilística se ha necesitado un malo de la película, alguien a quien poder señalar y echar las culpas del problema para poder seguir haciendo tranquilamente exactamente lo mismo. En Alemania se ha restringido de manera drástica el uso de vehículos diésel cuando las emisiones de un diésel no tienen, y de hecho no superan las emisiones nocivas de un coche con motor de gasolina.
Desde Binary Electronic conocemos la importancia de que la gente de a pie, también parte de ese mercado, esté informada. Sólo con un público informado el mercado tiene la necesidad de ser honesto.