La crisis sobrevuela al importante grupo de Volkswagen. En Estados Unidos se ha abierto una investigación por haber trucado el informe sobre las emisiones de sus vehículos diésel.
Pero la cosa no se queda en USA, las autoridades francesas y alemanas también quieren investigar a la marca y en todos los países posibles.
Todo estalló el pasado 18 de septiembre cuando se descubrió que Volkswagen había manipulado el funcionamiento de sus coches disminuyendo las cifras de emisiones contaminantes. El estudio fue realizado por La Agencia de Protección Medioambiental Estadounidense (EPA). Cuando analizaron los vehículos que eran puestos a prueba para medir sus emisiones no daban las cifras exactas de lo que contaminaban en realidad. Según los datos de la EPA, los niveles son 40 veces mayores.
El fraude se encuentra en el sistema de rodillos estáticos, este modo de prueba fue manipulado por Volkswagen para engañar a la EPA. Volkswagen alteró el funcionamiento de modo que el motor trabajara en un régimen con emisiones controladas durante la prueba.
Este trucaje afecta a modelos de la marca del 2008 al 2015, entre los que podemos encontrar: Jetta, el Beetle, Audi A3, el Golf y también se suman a estos el Passat del 2014 y del 2015.
En Estados Unidos han ordenado la revisión de casi medio millón de coches de la marca Volkswagen, unos 482.000 hasta el momento.
El motor que sufre este problema es el Type EA 189 common rail diesel. La empresa ha reservado 7.200 millones de dólares para los daños ocasionados.
Volkswagen ha dado la cara y ha reconocido públicamente que hay más de 11 millones de vehículos afectados por el fraude.
El CEO de la compañía, Martin Winterkornn ha sido reemplazado.
En Europa la nueva normativa se conoce Euro 6 y afecta a la homologación de nuevos modelos y es obligatoria desde el 1 de septiembre de 2015. La Euro 6 especifica que los motores diesel tienen que reducir a la mitad las emisiones contaminantes de óxidos de nitrógeno respecto a la normativa Euro5. Si supera ese nivel, la homologación del vehículo tiene que ser retirada de manera inmediata.
En Estados Unidos la multa podría llegar a los 38.500 dólares por cada vehículo lo que en total podría llegar a los 18.000 millones de dólares.
Esto ha repercutido directamente en la imagen de la compañía que ha visto caer en un 20% sus acciones en bolsa. También se piensa que las ventas de esta marca bajarán después del escándalo.