Manual o automático, ningún mecanismo está exento de toparse con alguna reparación o puesta a punto. Por eso, dejando aparte el kilometraje, te damos algunos consejos prácticos para alargar la vida útil y retrasar las averías en tu caja de cambios, sobre todo si es automática. Y es que, aunque poco a poco va ganando terreno al cambio manual, este tipo de sistema es más vulnerable a los fallos al tener más mecanismos y softwares.
Respeta los tiempos
Es conveniente que tengas en cuenta y cumplas con las tareas de mantenimiento de tu coche. En este sentido, no te olvides de cambiar el aceite del motor –el recomendado por el fabricante-, el filtro y el lubricante de la caja de cambios en el momento indicado. Recuerda que el cambio automático responde a un sistema complejo que requiere de un mantenimiento oportuno y de unos cuidados “extra” para evitar errores en los sensores de marcha. Por ejemplo, revisa periódicamente que la caja de cambios no expulse fluidos y no uses aditivos para cajas automáticas.
Correcto uso de la posición P
Quizá por las prisas o por rutina, muchos conductores utilizan la posición Parking (P) como freno de mano. Esto es especialmente delicado sobre todo en cuestas pronunciadas. Para evitar averías en tu caja de cambios, pon primero el freno de mano y, solo entonces, pasa a la posición P. Por supuesto, también esta sería la forma correcta de estacionar tu vehículo automático.
Buenas prácticas al volante
Si te dejas llevar por la comodidad y elegancia de un coche automático debes descartar algunos malos hábitos como tirar de freno de mano (normalmente conocido como hacer “trompos”) o pisar a la vez freno y acelerador. Prohibido si quieres tardar más tiempo en reparar tu caja de cambios.
Grúas de plataforma
Si tu coche se queda sin batería o has sufrido un “incidente”, deberá estar en punto muerto antes de que sea remolcado por la grúa. En caso de que dudes o no sepas cómo hacerlo, mejor opta por una grúa con plataforma. Evitarás una avería de mayores consecuencias en la transmisión.
